lunes, 15 de octubre de 2007

Ejercicio

"Donde quiera que esté, dijo mi abuelo, donde quiera demonios que esté, me voy a enojar si no eres escritora." Resulta cómico escucharlo en boca de quien no concibe cielo o infierno (menos purgatorio) como posibilidades, pero sigue siendo igual de conmovedor. Hace tanto tiempo que no sentía esto. Y justo el día en que llegué con palabras en la punta de los dedos, impaciente por poner en papel la tragedia de nunca poder comunicarse por completo con otro ser humano, la comedia de los monólogos alternados, el drama de los encuentros profundos esporádicos. Justo hoy. Pero mi lado "científico" insiste en negar que los eventos en mi vida se acomoden conforme a un plan ya trazado, se resiste a hallarles cierta coherencia entre sí. Al demonio. Hay un abismo entre lo que deberíamos creer, lo que deseamos creer y lo que realmente creemos. En fin.

Necesito escribir pero no por mí (aunque siempre sea para mí) sino por las mujeres de Lisa Yuskavage. Hay que descifrarlas. Se acercan los finales y yo quiero hacer mi trabajo de estética sobre LA SENSUALIDAD FEMENINA en la obra de esta New Yorkina provocadora. Así que voy a empezar a dialogar con ellas en este espacio. Son sólo intentos de abrir un canal de comunicación entre la obra y yo...y todo el que quiera: están invitados. Por eso voy a subir las imágenes junto con mi discurso. A veces será prosa, otras veces notas, quizás poesía alguna vez. Ya se irá dando.

Espero sus comentarios.

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